LA SERRANÍA DE RONDA Y GRAZALEMA

Llegamos a Montejaque, en el Parque Natural de Grazalema, a las 11:30. Dejamos el equipaje en la Casita Rosa y nos fuimos a la oficina de información y turismo de la localidad. Nos recomendaron dos rutas: la del Hundidero y la de los LLanos de Líbar. Me sorprendióla cantidad de ingleses de la zona. El dueño del complejo de casas rurales lo era , el empleado de la oficina de turismo...y era un pueblo de 1000 habitantes...
Nos dirigimos al Hundidero , una cueva resultado del terreno kárstico de la zona que se encuentra a unos doscientos metros por debajo del nivel del suelo y que tiene 4,5 km de longitud, llegando hasta el municipio de Benaoján, donde se encuentra la otra entrada, la Cueva del Gato.

En verano se puede recorrer acompañada por gente experta porque han muerto varias personas en el interior, por hipotermia. Hay que cruzar a nado varos lagos.

 

Luego fuimos a caminar por la Sierra de Líbar, ejemplo clarísimo de paisaje de karst.

El viernes amaneció lloviendo así que nos fuimos a Málaga a pasr el día.
Subimos a la alcazaba, que ninguna de las dos habíamos visitado antes.

Y luego fuimos al museo de Picasso


El sábado salió con niebla pero sabíamos que haría bueno, así que nos fuimos a Ronda, porque el jueves fuimos muy tarde casi de noche ya.
Nos pareció uno de los lugares más espectaculares que hemos visto. Impresionante el tajo sobre el río Guadalevín.

Bajamos por un sendero hasta la misma garganta, con un pocquito de miedo también, porque te da la sensación de que puede haber un derrumbe de un momento a otro....

















Después de recorrer Ronda y su tajo, nos fuimos a conocer Grazalema, aunque sabíamos que lo más interesante: el bosque de pinsapos,  no lo podríanos hacer, porque no se puede entrar en la Reserva con perros.....Al menos pudimos ver algunos ejemplares .
En la oficina de turismo , de nuevo un inglés me indicó una ruta bastante bonita, que subía al Puerto de los Carboneros.
El pueblo nos desfraudó un poco, quizá por el mogollón de gente que había, nada que ver con Montejaque....Pero la ruta fue bastante chula, aunque como era un poco tarde, salimos a las 4 y nos dijeron que era de dos horas, la hicimos rapidito y solo tardamos una.


















El domingo amaneció soleado y con una buena helada, decidimos acercarnos a ver La cueva del Gato antes de regresar a casa.

El agua  ha roto la pasarela de madera y no pudimos llegar a la entrada de la cueva pero hicimos un sendero que va paralelo al cauce del Guadiaro y llega hasta Benaoján.
Tenemos que volver porque hay muchísimo que visitar por aquí.

EL PUERTO DE CANDELEDA Y EL REFUGIO DEL REY

Salimos a las 9 en punto y llegamos a la Plataforma un poco antes de las once. Nos colocamos las polainas y se nos helaron las manos, ni idea de la temperatura pero el día estaba precioso.

Comenzamos a andar a las once y los primeros metros tenían su peligro porque había hielo . Pronto entramos en calor y todo parecía estupendo pero , de pronto Candy se para y dice que está mareada del viaje y que le duelen las manos del frío. Javi le quita los guantes de una  y se la masajea, Vero hace lo mismo  con la otra, Maite le aconseja que coma algo y yo ....mejor me callo....Pero de pronto la veo sudar por el cuello y le pregunto: ¿no vas demasiado abrigada? Entonces ella se desabrocha el parka, se desabrocha un chaleco polar que lleva debajo del parka y debajo otro forro polar y debajo una camiseta térmica y debajo otra camiseta masssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Se estaba cociendo y no se enteraba, pobrecita. Después de quitarse unas cuantas telas y comerse varias rosquillas, la señora se quedó como nueva y pudimos continuar.
Llegamos al Puerto de Candeleda a las 13:30 y como el día estaba completamente despejado pudimos ver una preciosa panorámica de la Mira, los Galayos, Candeleda, el pantano de Rosarito, ..etc ,etc..

Aquí los perritos pequeños ya tenían frío porque soplaba un viento helador. Homer llevaba carámbanos en sus pelitos y Vida ...a Vida la tuvimos que meter en la mochila.
Desde aquí nos dirigimos al Refugio del Rey, un poco más arriba y en dirección al Morezón. Aquí nos comimos los bocatas a las dos y media o así con más frío que otra cosa.
Era muy tarde para subir al Morezón, así que decidimos bajar hacia la plataforma.

A las 16:30 estábamos abajo con muchas ganas de tomar algo calentito.