TRÈ LA TÊTE

Hoy, por fin , ha salido el sol. así que hemos aprovechado para patear montaña, desde un pueblo llamado Les Contamines, que es una reserva natural, nada de contaminación hasta el glaciar de Trè la Tête. En principio pensabamos llegar hasta el refugio de Conscrit, pero nos hemos quedado en el glaciar. Lo cierto es que nos ha impresionado y no nos hemos atrevido a atravesarlo, después de ver cómo la gente que lo remontaba iba encordada y todo.
Cuando salimos a las 08:30, había 7º de temperatura y con el polar tenías frío. A la media hora de empezar a subir ya nos sobraba todo. A las 10:30 hemos llegado al re3fugio Trè de la Tête y a partir de aquí se complica el camino, menos mal que hay cadenas que te ayudan en los pasos complicados.
La visión del glaciar es impresionante, además de la sensación de peligro que te causa escuchar continuamente piedras que caen o trozos de hielo o ver como aumenta el tamaño de las grietas o como se desliza el agua ...

Annecy

Hoy salió de nuevo muy nublado, así que en lugar de mojarnos como ayer, hemos optado por el turismo de coche y nos hemos ido a Annecy, aunos 80 km de Saint Gervais. Esta ciudad es candidata a albergar los juegos olímpicos de invierno del 2018 y es ....una preciosidad. Tiene un enorme lago en el que desemboca el Thiu y un casco viejo que parece de cuento, nos ha recordado Koper(Eslovenia) pero mucho mejor cuidado, o mejor dicho, se ve que aquí hay pasta.
Como hoy es la fiesta nacional aquí, nos hemos encontrado en plena no recuerdo como se llama , ah si, parada militar.
Hemos decidido que cuando nos jubilemos ( si es antes de los 80 claro) nos venimos a vivir aquí.

Saint Gervais-Col de la Forclaz

Esta mañana, vimos el tiempo en internet y daba lluvia moderada. Aún así nos hjemos armado de valor y nos hemos puesto en marcha para hacer una ruta no muuy exigente (6 h). En teoría salíamos de Saint Gervais, llegábamos al col de Forclaz y luego subíamos al Prarion, un desnivel de 1000m en total.
Hemos salido a las 9 y a las 10 se puso a llover poquito a poco, pero a las 11 ya se veía que iba a mas, así que no hemos llegado al col de Forclaz, siquiera. Hemos encontrado un camino que indicaba a Saint Gervais 1h y 20 y hemos regresado por allí.Yo, como una marimanta, pero sequita. Maite, muy técnica pero empapada.
La bajada ha sido más dulce porque nos hemos parado a comer fresas, silvestres, arándanos y frambuesas, sobre todo Bimba ¡las coge de la mata!
Buena idea porque ahora son las 15h y hay un tormentón de órdago, la foto desde el balcón lo confirma.

EL GLACIAR DE BIONNASSAY

El macizo de los Alpes es lo más espectacular que he visto hasta ahora, en Europa. La belleza del paisaje y la altura de los picos , las construcciones, la flora silvestre ( las margaritas son del tamaño de las ornamentales) y lo que más me ha impresionado: los glaciares. Esos ríos de hielo de decenas de metros de espesor, que se mueve de forma imperceptible y que continuamente transforma el paisaje, arrancando y arrastrando rocas.
Ayer subimos en el tranvía del Mont Blanc desde Saint Gervais (850m de altitud) hasta el Col de Vozá a 1600m. Desde aquí seguimos un camino para subir al Nid d'Aigle (2372m). Las vistas del Glaciar de Bionnassay, que baja del Mont Blanc (4810m), quitan el habla, así que fuimos en silencio casi todo el camino. Nos desviamos en un cruce para poder mirar el glaciar desde la vertiente oeste para ello tuvimos que cruzar una pasarela sobre la cascada que viene del glaciar y Bimba y Enzo lo pasaron mal, era una pasarela tipo puente tibetano y allí andaban ellos arrastrándose muertos de miedo. Llegamos a un lugar llamado Plan du Glacier y después de mirar y remirar con los prismáticos y de hacer fotos ( que para nada reflejan la belleza del lugar) volvimos para retomar el camino que nos llevaba al Nido del Águila.
Esta vez pasaron mejor por la pasarela, aunque no iba a ser el peor momento del día para ellos, el último tramo para ascender a nuestro destino era peor: unas escaleras metálicas que hicieron que Bimba se diera la vuelta y a Maite le costó hacer que subiera.
Una vez pasado el mal trago tuvimos las mejores vistas del Bionnassay.




Allí nos paramos a comer el bocata. Después nos tomamos un café en La Cabanne du Nid d'Aigle.
Y después de pensárnoslo decidimos volver en tranvía desde allí mismo, hasta aquí llega el tranvía del Mont Blanc, casi ná.En subir tardamos cuatro horas, en bajar en el tranvía, una horita.