EL CANCHAL DE LA CEJA EN OTOÑO
El tiempo preveía lluvia. Desi me dijo:" Va a diluviar". Aún así nos animamos a salir las tres más perrísimas.
Llegamos a las 11:30 a la plataforma y la niebla se quedó atrás. Comenzamos a subir y rápidamente entramos en calor. Vida iba feliz en su primera excursión a la montaña.
El viento soplaba fuerte y apenas paramos en las rocas de arriba para hacernos las fotos de rigor. Llegamos al Calvitero a las 12:45, ni a Maite ni a mi nos interesaba pasar por la Virgen del Calvitero pero a Candy le hacía ilusión y nos encaminamos a verla.Pero ya no está allí, en su lugar, alguien ha dejado un precioso corazón verde que va mucho más a tono con el entorno.
Desde aquí continuamos en dirección al Canchal de la Ceja mientras observábamos el paso veloz de las nubes que el viento arrastraba de una vertiente a otra. Aquí soplaba con más ganas aún.
Por fin a las 13:30 llegamos al Canchal, justo cuando la niebla cubría toda la cima. Allí, al socuellos de una roca, nos merendamos los bocatas y se nos quedaron heladas las manos.
Después el desenso fue ligero, y a las 15:30 estábamos ya en la furgo.
Un chocolate, bastante raro de sabor, nos devolvió el calor en Candelario.
Vida, Enzo y Bimba descansaban exahustos. Menos mal que no hicimos caso al pronóstico meteorológico. QUE DÍA TAN FELIZ
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